martes, 10 de abril de 2007

Blog de la escuela

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La historia de la Biblioteca

En 1992 se crearon bibliotecas en muchas escuelas.
Pero había que encontrarles lugar en los edificios, a veces pequeños y antiguos.
“La historia sin fin” comenzó compartiendo su espacio con la secretaría. Sólo nos separaba un tabique algo opaco, de vidrio, pero teníamos una única puerta, piso antiguo de madera que se movía al caminar y viejos muebles que ante habían pertenecido a un comedor de estilo indefinido. Era gracioso leer cuentos a los chicos mientras escuchábamos a la secretaria que, del otro lado, intentaba tomar una cadena telefónica...
Al principio, todos donaban libros para agregar a los que estaban desde muchos años atrás en un armario, pocas veces explorado. Por eso, cuando las bibliotecarias tomamos el cargo, había cantidades de libros pero inaccesibles para los alumnos y hasta para los maestros...
Casi desde el inicio, en 1994, la biblioteca contó con una computadora para el uso de las bibliotecarias. Allí se instaló rápidamente Micro Isis, con su base BiBes y desde allí se empezó la tarea técnica informatizada.
Poco tiempo después, mirando un poco la casona en la que funciona la escuela, surgió la idea de dividir con un tabique otra de las antiguas salas, de esas que tienen dos puertas con banderola. Así quedó, con una pared que separa, la Biblioteca con su propia puerta y sus propios espacios.
De a poco, se fueron armando estantes y juntando muebles que andaban por ahí, más otros que donaron.
Compramos unas mesas rojas y con sillas de todos lados, pudimos tener una cómoda, aunque pequeña, sala de lectura.
Se le dio siempre mucha importancia a la colección, tratando de comprar y conseguir videos y láminas y de usar lo más posible las diapositivas. Entre las compras, se buscó cubrir todas las áreas de estudio, como también Educación Tecnológica, Educación Plásticas e Inglés. Y entre los materiales circulantes para los niños, libros de cocina, magia, animales, manualidades, entretenimientos, historietas y todo lo que los pueda acercar a la lectura, aunque no sea literario.

En los proyectos de todos los grados la biblioteca siempre interviene.
Los maestros, en el tiempo de planificar o retomar temas, se fueron acostumbrando a hacer una “escala obligatoria” en la biblioteca para bucear en ella, enriquecer y crear con recursos nuevos o clásicos. Los trabajos de taller, las lecturas grupales, la búsqueda y el placer de leer son el centro de nuestra biblioteca.
Ojalá sean para los chicos y los grandes que pasan por ella un recuerdo vigente y un empuje para aprender cada día más.

Fauna de Trengania-2006